Cálculo de Pérdidas Localizadas o Menores en Instalaciones de Fontanería


Cuando estudié la materia “Instalaciones Sanitarias” en la Universidad, recuerdo que mi profesor —uno de los que considero un gran maestro— establecía que algo muy común era utilizar un factor de incremento de la longitud de tuberías de entre el 10 y el 20% para tener en cuenta el efecto de las pérdidas por accesorios.


Ya sabes, las llaman pérdidas menores, pero realmente deberíamos llamarlas localizadas pues son las que se producen por la aparición, por así decir, de codos, válvulas y tees, entre otros accesorios, en el recorrido del agua.


Y bueno, admito, que, habiéndolo aprendido así, es lo que hice en la mayoría de los proyectos de instalaciones hidrosanitarias que realicé en mi vida profesional.


Claro, si has leído estos correos, siempre anduve con el programita creado en Quick Basic que es hoy la base de nuestro programa PLUMBER y, obviamente, habiendo sido creado como parte de mi trabajo de grado, el programa sólo pedía el porcentaje en cuestión.


Nada de cálculo específico de pérdidas localizadas con coeficientes ni con longitudes equivalentes.


¿La razón de esto?


Estará claro, ¿no?… es mucho más fácil suponer un factor de mayoración de la longitud de cada tubería que estar contabilizando no sólo los accesorios ubicados en ella, sino también estar sumando las respectivas longitudes equivalentes.


Y recuerda que esto es un proceso iterativo pues, al inicio, no conoces el diámetro de cada tramo (y de los correspondientes accesorios)



Algunos piensan que el usar porcentajes no es lo más “exacto”.

Pero si consideramos la serie de variables que no controlamos en estos cálculos, quizá es el menor de nuestros problemas.



Pero Bien.

¿A qué viene todo esto?

Pues que en algún momento leí en un libro — el Engineered Plumbing Design, de Alfred Steele, P.E.— algo así como que:



“Una regla general que ha demostrado sorprendentemente ser muy precisa es agregar 50% de la longitud de desarrollo de las tuberías para incluir accesorios y válvulas”



Y yo, en el momento, pensé (estaba en modo “inglés”): ¿WTF (o guat the fac)?



Sí… incrementar la longitud en un 50% era el porcentaje ahí sugerido.


Y, teniendo ya en ese momento a mi alcance la versión de PLUMBER comercial, en la que se puede optar por dos métodos para el cálculo de pérdidas localizadas: incremento de longitud y longitud equivalente, no podía dejar pasar la ocasión y probar con algún proyecto.


¿Qué es lo que hice?


Pues muy simple.


Realicé la corrida teniendo seleccionado el método de longitud equivalente y anoté el valor de presión requerida en la fuente de la red arrojado por el programa para cumplir con la presión de funcionamiento de la pieza sanitaria más desfavorable.


Resultado: 18,65 mca —este es el que consideramos exacto, pues toma en cuenta cada accesorio, su diámetro y la respectiva longitud equivalente.



Luego, cambié el método a incremento de longitud, empezando por un porcentaje de 20.

Obtuve 17,39 mca.


Faltaban pérdidas (un pizco) para lograr un valor similar o igual al de la longitud equivalente.


Así que cambié a 40%… y llegué a 17,96 mca —Oh my God!—.



Con 50% llegué a 18,28 mca. ¡Ahí vamos!


Y… finalmente —sí, me pasé de meticuloso— obtuve los 18,65 mca con este método para un porcentaje de…



¿Te lo imaginas?



Del 62%

Ufffffff…

Cierto que, probando con otros proyectos —alguno que otro de los que clientes nos han enviado para revisión— en la medida que la red es más extensa (en longitud) este valor tiende a descender. Claro, ya predominan las pérdidas por fricción sobre las localizadas (aquí si empiezan a ser menores).


El caso es que nunca, nunca —al menos en mis pruebas, con los proyectos disponibles— bajó del 32%


Claro que suponiendo un 20% en el ejemplo que te he puesto, sólo representaría un “error” de tan sólo 17,39-18,65 = -1,26 mca sobre la determinación de la presión requerida.

Es un valor que pudiera ser pequeño, pero en el caso eventual de que la bomba que alimenta al sistema esté seleccionada para “17,39” mca (sí, sería raro) alguna pieza sanitaria podría —en términos teóricos— quedarse sin satisfacer la presión de funcionamiento.


Muy teórico todo esto, podrías estar pensando…


Pero… ¿Y si fuera otro el caso? Es decir: ¿y si hay algo que se me ha escapado en estas pruebas?


No lo sé. ¿Y tú?



En todo caso lo mejor de ésto es que nuestro programa permite que hagas cualquier análisis de sensibilidad en tus proyectos y puedas así formarte tu propio criterio.


Empieza a hacer tus análisis de sensibilidad con esto



Un Saludo,
Alfredo Simancas